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III. Entrevista con Marilí del Pino, diseñadora de interiores

 

Fernanda Escárcega Ch.

 

Marilí estudió Arquitectura en la UAM-Azcapotzalco. Se especializó en Vivienda en la UNAM y ha tomado varios diplomados de Arte en el CNA y en la Universidad Iberoamericana. Con trece años de experiencia en diferentes oficinas de arquitectura, participando en proyectos de diseño de paisaje y haciendo escenografía, decidió iniciar su propio camino.

Con Armónico –su despacho de interiorismo– busca generar espacios que conecten con las personas que los habitan para brindarles la mejor experiencia vivencial. Marilí está convencida de que son los detalles los que componen un lugar y que es tan importante la vista como el resto de los sentidos a la hora de diseñar. Apasionada del arte, en éste encuentra la fuente que inspira su trabajo, en las corrientes, en los colores, en las formas, en las emociones.

Casa Sexta es el primer proyecto en el que colabora con All Arquitectura, pero el proceso de trabajo ha crecido ya a una amistad y ha abierto un horizonte de colaboraciones futuras.

 

F: Para empezar, cuéntanos, ¿cómo llegaste al interiorismo?

Por trabajos de escenografía de televisión. Aunque en la tele y el teatro trabajas sobre un espacio acotado, la escena tiene que fluir de una manera muy natural. Los elementos que tú colocas en el espacio tienen que hablar y tienen que hacer fluir lo que sea que vaya a suceder. Por eso, para hacer escenografía hay que hacer jugar la imaginación, hay que darle vida al espacio, y eso me enseñó muchísimo.

Ya luego lo llevé a proyectos particulares, a espacios privados y vidas reales. Y entendí que el interiorismo tiene otras complejidades, va mucho más allá de amueblar o decorar. Se trata de invitar a vivir un lugar, de hacerlo disfrutable y funcional a la vez. Todos conocemos el caso de los espacios que, porque no se habitan, se abandonan. Si una recámara no se usa, se vuelve un clóset, un cuarto perdido, un tilichero. En una casa, en una oficina, en un restaurante, hay que armonizar los espacios para que se usen.

F: ¿Cómo iniciaste Armónico?

Después de tres años en JSa decidí emprender. Y ha sido una aventura, porque nadie te dice todo lo que implica ser emprendedor. Ya llevamos tres años con el despacho y ha sido un proceso de cambios, definiciones y redefiniciones; como si Armónico, por sí mismo, fuera encontrando su camino. Hemos colaborado con varios despachos de aquitectura, entre ellos All Arquitectura; por eso, más allá de definirnos con un estilo, pensamos que estamos siempre en busca del estilo de cada proyecto.

Ha sido una gran experiencia.

F: Y pasando ya directamente a tu quehacer como interiorista, ¿qué elementos son relevantes para lograr armonizar un espacio?

Me gusta el acercamiento con los colores. He notado que les tenemos miedo, salirnos de los tonos neutros nos parece muy atrevido, pero es contradictorio, porque en México los colores representan nuestra identidad. Eso genera un choque. A mí me gusta buscar el equilibrio entre ser arriesgados y asegurar un ambiente disfrutable, alcanzar el colorido suficiente para cada cliente.

Las texturas son indispensables. Tendemos a minimizar la experiencia y hacer todo igual, plano, pero cuando integras texturas al espacio, el potencial se amplifica. Y eso va de la mano con la naturalidad o la sinceridad de los materiales. No es lo mismo caminar sobre una loseta cerámica que se ve como madera que realmente caminar descalzo sobre una duela. Todo cambia, se nota en la temperatura, en el sonido, el relieve, el brillo. Los detalles no mienten, por eso procuro evitar ese tipo de materiales. Si vamos a usar barro que sea barro, considerar qué sensaciones da y cómo juega con el resto de los elementos.

También considero que la iluminación es básica. Por eso hay que ir de la mano con quien se encargue de ello, no podemos trabajar de manera independiente. Si tú, como interiorista, quieres acentuar ciertos ambientes, tienes que apoyarte en la luz. Hay que definir con quien diseña la iluminación qué se hará sentir en cada espacio –intimidad, descanso, actividad– y de qué forma.

Finalmente, la naturaleza. Ahora con todo el tema de la COVID, que nos encerramos en las casas, los jardines, los huertos urbanos y las plantas demostraron la gran relevancia que tienen en nuestras vidas. A mí me parece que es algo muy importante, no solo para equilibrar los espacios o para que se vean “bonitos” sino, también, para recordarnos que formamos parte de un planeta.

F: ¿Cómo aplicas esos elementos a un proyecto ya en concreto?

En mi proceso de trabajo lo primero es escuchar. Escuchar es un punto que cualquier arquitecto debe cumplir para poder integrar los intereses y las necesidades del cliente. Al final, los clientes siempre saben lo que quieren, aunque no lo sepan explicar o representar. Nosotros debemos ser el canal de creatividad para el estilo y la forma de vida de quien habitará el espacio.

En Armónico, nuestra estrategia es indagar los estilos que les gustan presentando mood boards pero, más que de ambientes, de arte. Generalmente me enfoco en descubrir qué tipo de arte les gusta. Eso dice muchísimo. Cuando logras sacar al cliente de Pinterest y lo llevas hacia los estilos de arte, obtienes más que solo sus gustos. Puedes notar si es muy rígido, más conceptual, si le gusta el color o los espacios con penumbra.

Por otro lado, algo muy importante es ir de la mano con el presupuesto. Así evitas frustraciones o que la ejecución se salga de las manos. Hay que definir qué recursos tiene el cliente para entender cómo y hasta dónde puedes proponer. A mí me gusta mucho especificar mobiliario mexicano. Siento que el diseño industrial mexicano –muebles, tapetes, tapices, lámparas– está en auge total, al mismo nivel que el resto del mundo. Desde hace unos diez años, se están desarrollando cosas interesantísimas: Guadalajara, Oaxaca, Ciudad de México. Creo que así incentivamos la economía local, nos apoyamos, y eso también es importante.

F: En general, cuando se trata de una casa, ¿con quien tratas?, ¿quién es tu cliente?

Yo procuro siempre platicar con todos los que van a vivir en la casa. Siempre identificas a la persona dominante y a la persona que va a poner el dinero, pero es importantísimo escuchar a todos. En Casa Sexta, por ejemplo, hay dos hijos adolescentes-adultos y también hubo que hacerlos participar. No es lo mismo un bebé, sobre el que la mamá suele decidir, que un hijo de dieciocho años de quien la recámara es su cueva, su espacio. Lo tienes que escuchar e integrar para lograr una buena armonía de la casa y de la familia a partir de ella.

Uno tiene que ser libre en su casa. Creo que es el espacio en donde más libertad tienes que sentir, donde si quieres expresarte encuentres lugar. Y eso no solo para el proveedor o el cliente, sino para todos los que la habiten.

Platicar con los hijos de Casa Sexta, por ejemplo, fue muy interesante porque a través de ellos nos dimos cuenta no solo de sus gustos, sino de las actividades, las dinámicas y las personalidades en la familia. Todo eso es información valiosa para nosotros.

F: La mayoría de las veces el trabajo de un interiorista se da en colaboración con las partes de arquitectura, de iluminación… ¿cómo llevas la colaboración?

Es cosa de saber escuchar y trabajar en equipo. A mí me encanta escuchar porque así es como realmente llego al meollo del asunto.

Cuando trabajas directamente con los arquitectos ellos ya tienen visualizado cómo quieren los espacios, ya hay un estilo de casa al que se pretende llegar y, como interiorista, entras a reforzar el equipo. Todos trabajamos con conceptos. En este caso tienes que entender el concepto arquitectónico de la casa y unirte a él.

Sin embargo, siempre hay que encontrar un diálogo recíproco, porque también nosotros aportamos al diseño y a la construcción de la casa, podemos aterrizar a la parte arquitectónica: esto sí se puede, esto no; si quieres esto, hay estas opciones para que no se eleve el costo o se vuelva desproporcional con el precio de la casa. Muchas veces nuestra intervención empuja hacia que no se planteen espacios tan rígidos, para alejarnos de la casa de revista y lograr una casa habitable, con sentimientos, con emociones.

F: Desde tu aproximación, desde el interiorismo, ¿cómo describirías la esencia de Casa Sexta?

Apertura, tranquilidad y comunicación familiar. Una de las cosas que me subrayaron desde el principio es que la casa sería blanca por completo. Eso te dice que la familia quiere paz y tranquilidad, pero, a la vez, al conocerlos, me di cuenta de que es una familia con mucha energía y eso lo veo en los espacios abiertos que se conectan, que no son aislados. Está también la vegetación interna, un árbol de 4 metros, que es visible desde cualquier parte, en todos los niveles, aspecto en que veo la conexión de la familia con la casa y con la naturaleza.

F: Antes de terminar, ¿me podrías contar un poco de Ingenia MX?

Sí, Ingenia MX es una organización que tengo con un socio también arquitecto. Con ella buscamos mejorar espacios, desarrollando y donando proyectos de arquitectura. Esto mediante un diseño colaborativo al que invitamos a estudiantes de escuelas públicas y privadas y en el que fomentamos la participación y corresponsabilidad de todos los involucrados.

Mi socio trabajaba en obras públicas en el Estado de México y se dio cuenta de que había una gran necesidad de diseño, pues es común que se reciclen proyectos en edificios con funciones totalmente distintas. Con gobierno hemos hecho un DIF, un Centro Deportivo de Alto Rendimiento, una plaza en Naucalpan y una estación del Teleférico de Ecatepec.

Luego, después de un par de años decidimos voltear también hacia otras organizaciones que, totalmente enfocadas en desarrollar su causa y apoyar a los beneficiarios, suelen tener carencias a nivel de espacios, espacios funcionales. En Ingenia MX sabemos que si mejoramos el ambiente y la infraestructura donde se atiende a personas vulnerables –personas con Alzheimer, autismo, niños y niñas de la calle–, podemos aportar un poco a su experiencia.

 

Para conocer más del proyecto da click aquí: all-arquitectura.mx/casa-sexta/

Registro de obra. Foto: Zaickz Mosqueda.

Registro de obra. Foto: Zaickz Mosqueda.

Registro de obra. Foto: Zaickz Mosqueda.

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