Fernanda Escárcega Ch.
Común y naturalmente, la vista es el sentido principal al que se enfoca el diseño arquitectónico. Cómo olerá o cómo se sentirá -aunque las texturas también hacen parte de la apariencia- suelen ser asuntos delegados al trabajo del interiorismo. El gusto, podría no venir al caso, pero ¿y el oído?, ¿qué papel toma el sonido en la planeación de un espacio?
Al momento de diseñar, considerar los diferentes aspectos sensoriales permite tomar un rumbo respecto al ambiente y la experiencia que se quiere lograr. Como los casos más obvios, la insonorización en un estudio de grabación o el tratamiento acústico en una sala de conciertos cumplen una función práctica, pero, más allá de ello, la forma en que suena un lugar le otorga el carácter único y particular.
Qué podría ser más propio de una iglesia que el golpe seco del reclinatorio sobre el piso de mármol retumbando en cristiana ascendencia hacia las cúpulas. O la reverberación eufórica de las plazas comerciales y los susurros que, de puntillas, respetan la lectura -y el sueño- de otros en las bibliotecas. El entusiasmo y juventud que se hace escuchar por los pasillos de cualquier universidad entre clase y clase y, si nos detenemos un momento para pensarlo, la forma única y exacta en que se deja oír la rutina familiar en la casa en la que crecimos.
Aun invisible, el sonido tiene un lugar importantísimo en la experiencia de los lugares. Aun imperceptible a los ojos, es material y tiene cuerpo y presencia y una prominencia cínica que determina en gran medida el ambiente de un espacio.
Acústica concreta. Foto cortesía de Lorena Mal.
¿Cómo se verían sus movimientos e interacciones, si la acústica fuera de cualidades tangibles?
Esta pregunta aborda la instalación Acústica concreta de la artista Lorena Mal.
Lorena Mal (n. 1986, Ciudad de México) estudió en la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, “La Esmeralda”, su trabajo combina medios como sonido, video, escultura, fotografía y performance y se fundamenta en disciplinas y herramientas de investigación distintas para abordar -pero no siempre responder- cuestionamientos a los sistemas de conocimiento y a las “verdades” que resultan de ellos.
Para Acústica concreta (2016 – ), la artista -recurriendo a ingenieros de sonido y físicos acústicos- obtiene la cartografía del sonido de sitios específicos, para luego solidificarlos, escala uno a uno, en concreto y otros materiales de construcción. Las piezas instaladas responden a los recorridos de la materia sonora los ángulos que describen en sus viajes; los rangos de presión que ejercen y las variaciones que adquieren según las formas de los muros, techos y pisos.
Primero en Berlín, luego en Ciudad de México y más recientemente en Montreal, su planteamiento ha resultado en tres esculturas específicas a las reflexiones sónicas, las geometrías y los límites de cada recinto. Tres instalaciones/esculturas que no pretenden lograr un efecto estético sobre el lugar sino intervenirlo, “exacerbar sus rasgos para que estos redefinan la concepción del recinto arquitectónico” desde un acercamiento no tradicional, alejado de la lectura de los materiales, las funciones y otros referentes comunes.
Acústica concreta. Foto cortesía de Lorena Mal.
Lorena parte del supuesto de que el sonido es un aspecto periférico en la arquitectura y, volviéndolo materialmente perceptible, lo desarticula. En concreto, el sonido revela sus estructuras; en concreto la presencia se descubre. “El grado propiamente escultórico de la instalación no es escenográfico; participa del fenómeno que cuestiona. No solo evidencia la índole de la construcción; busca que su sentido sea reformulado”. La escultura “opera en un nivel literal, físico e inmediato, anulando las distancias entre el escucha-observador y aquello que es percibido”.
Acotándonos a las reflexiones más superficiales que Acústica concreta evoca, cabe pensar cuál es la relación entre el sonido, el espacio y quienes lo vivimos; cómo inciden nuestras acciones sobre la materia a través de su energía sonora; qué otras fuerzas se nos quedan de lado por no ser visibles, de qué manera se hacen presentes en nuestra vida cotidiana.
¿Qué papel toma el sonido en la planeación de un espacio? En lo que al diseño arquitectónico respecta, el trabajo de la artista hace notar que el “evento sonoro no sólo es algo que sucede en el espacio, sino que lo determina, lo define o lo anula, lo expande o lo reduce; es una de sus condiciones de posibilidad, no un agente aislado que emerge a posteriori.” Tomar esa idea como principio, sin duda, enriquecerá cualquier aproximación o intención creativo.
Acústica concreta. Foto cortesía de Lorena Mal.
Acústica concreta. Foto cortesía de Lorena Mal.
Desarrollada con el apoyo de singhur projekte, Berlín.
Curada por Carsten Seiffarth.
Producción por Pablo Kobayashi y Marcus Steffens.
Prgramación por Pablo Kobayashi. Investigación por Pablo Padilla (phD Physics, UNAM) & Alejandro Ramos (director de la especialidad en Ingeniería y Producción Musical Digital, ITESM-CCM).
Fuentes
[1] Acústica concreta, Jorge Solís Arenazas, Ciudad de México, agosto 2016 [2] Claves para mejorar la acústica en la arquitectura: absorción y difusión del sonido, Eduardo Souza, trad. José Tomás Franco, 7 de mayo de 2021, en Archdaily
https://www.archdaily.mx/mx/914856/
[3] Página web de la artista [4] Perfil de Lorena Mal (Mex) en Proyector.infohttps://proyector.info/profile/lorena-mal/
